Energía Masculina y Femenina

Nuestra vida, como la conocemos, conserva la energía del principio Divino: Masculino y Femenino, negativo y positivo, Ying y Yang. Como lo conozcas, está bien interpretado. Sin importar la naturaleza sexual, nuestra energía debe conservar ambas polaridades, tanto la femenina como la masculina en un delicado equilibrio. 

La energía masculina es la energía solar, eléctrica, instintiva. 

La energía femenina, por el contrario, es lunar, magnética, intuitiva.

Es importante observar sin juzgar, cuál es la energía que predomina sobre nosotros, y ambas deben ser escuchadas, observadas, sentidas y se les debe dar el lugar que requieren en la psique humana; porque cuando están en desbalance, empiezan a causarnos inconvenientes en el desarrollo personal o en la consecución de los objetivos que deseamos, como en las relaciones, o en los emprendimientos y no nos damos cuenta del por qué. 

Es clave revisar la relación con mamá o papá (y arreglarla, aunque ya no estén en este plano). Si encontramos desequilibrio en una de nuestras energías revisa cómo era tu relación con ellos y si encuentras discordancia con tus padres, probablemente estás en desequilibrio con tus energías y tus relaciones interpersonales con hombres y mujeres en general, sea un poco complicada o difícil, pero date cuenta a qué se debe; la sanación como ser humano es hacer que estas dos energías permanezcan dentro de ti en armonía.

La energía femenina es aquella que se conecta más fácilmente con la Divinidad. Ora, medita, escucha, concilia, siente, consiente, organiza, imagina, analiza. Es sensible, sensitiva, intuitiva, cuidadora, creativa y creadora. En su magnetismo, atrae la Fama, la Abundancia y la Pareja.

La energía masculina es aquella que se conecta más con el hacer. Piensa, ejecuta, acciona, lleva a cabo, provee, fluye, determina, se mueve, es instintiva, lógica, firme, protege, razona y resuelve. En su electricidad, genera prestigio, dinero y éxito.

Imagina que los cables eléctricos conducen la energía y hacen que una bombilla ilumine un lugar, la bombilla es la energía femenina, la electricidad es la energía masculina. La bombilla por sí sola, no puede generar iluminación, y la electricidad por sí sola es infructuosa (conduce sin intención); una energía necesita de la otra para generar un propósito de alto impacto, y hay quienes se niegan a manifestar alguna de las energías en su vida, por miles de creencias limitantes, heredadas o aprendidas de la sociedad.

Trabajar en el aspecto de cada energía que crees que te falta, es parte del proceso de crecimiento personal, cultívalo hasta que florezca naturalmente en ti, pues es uno de los pasos para autoconocerse y para desarrollar la misión de vida.

El equilibrio de ambas energías tiene un gran poder manifestador, es decir, produce en la realidad lo que deseas ver, ser, hacer y tener.

Observa cómo están tus energías y mantenlas en perfecto balance, equilibrio alineación y conexión con tu Ser, intégralas, habítalas cada día y permítete vivir una transformación asombrosa en tu vida. 

Afirma: “Estoy en equilibrio con mi energía Femenina y Masculina.

Por: Anghy Cañas Murillo

Terapeuta Reiki y Coach Espiritual

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