La musicoterapia es un proceso sistemático que utiliza la música y los elementos que la componen (armonía, melodía, ritmo, timbre, intensidad), además de emplear el cuerpo, la voz, la gestualidad, los instrumentos musicales, el sonido, el silencio, las vibraciones y el ruido. Se basa en la aplicación de métodos, modelos, técnicas y procedimientos específicos, realizados por un musicoterapeuta calificado, con el fin de restaurar, mantener o mejorar la salud física, emocional, social y espiritual; y también, en procesos de prevención y rehabilitación. Se puede intervenir como terapia principal y/o complementaria en el área privada, en ámbitos clínicos, hospitalarios, educativos, comunitarios y sociales. Bruscia (2007) sostiene que lo que hace única a la musicoterapia no es su fundamentación sobre la música, sino sobre la «experiencia musical» como principal objetivo, proceso y resultado de la terapia. 

Kenneth Bruscia (2007) menciona que en la música existen cuatro tipos de experiencias: Improvisación, Re-creación (o interpretación), Composición y Receptiva. Cada tipo de experiencia involucra un conjunto diferente de comportamientos sensomotores, cada una requiere habilidades diferentes cognitivas y perceptuales, evoca diferentes emociones, y conlleva distintos procesos interpersonales; cada experiencia posee sus propias aplicaciones y su particular potencial terapéutico.

André Brandalise señala que «en musicoterapia, la música, el musicoterapeuta y el paciente son las herramientas, y están en continua interacción, dinamismo y reciprocidad». Esto es lo que en verdad promueve los beneficios en la salud de las personas, no la música por sí sola.

Consecuentemente, para que una sesión sea considerada musicoterapia debe cumplir, sí o sí, estas tres condiciones:

  • La intervención musicoterapéutica debe enfocarse en uno o en varios pacientes.
  • La música debe estar presente en toda o en gran parte de la sesión.
  • La sesión debe ser realizada, sí o sí, por un profesional en musicoterapia (musicoterapeuta).

Es preciso mencionar que cada paciente es un ser único y debemos atender a sus necesidades personales; por lo tanto, los objetivos, actividades y resultados varían dependiendo de diversos factores individuales y del entorno. Cuando la terapia se realiza en grupo, se buscan intereses similares para desarrollar en las sesiones y, en ocasiones, también se atiende a necesidades particulares.

Ahora bien, en cuanto a los beneficios que promueve la musicoterapia, a nivel general, son: cambios positivos en el estado de ánimo, nos devuelve el control de la vida que la rutina nos hace perder, mejora la socialización y la comunicación, reduce el estrés, disminuye la ansiedad y la depresión, facilita la expresión de emociones y sentimientos, mejora la autoestima, ayuda en el tratamiento de dolores crónicos y otras enfermedades, refuerza el tratamiento y el desarrollo de las personas con alguna discapacidad, mantiene equilibrada nuestra salud mental. También, estimula la creatividad, el pensamiento, el lenguaje, el aprendizaje y la memoria. Es una forma de expresión y comunicación.

En conclusión, la música es una herramienta que nos permite relacionar y moviliza con cantidad de emociones, sentimientos, pensamientos, recuerdos e ideas que logran una conexión con nosotros mismos y con el proceso.  La recomendación es siempre consultar con un profesional certificado en musicoterapia. Por último, los procesos en musicoterapia siempre estarán enfocados en aportar a la salud y al bienestar integral de las personas. 

Programas de Musicoterapia en Anandi

En Anandi tenemos los siguientes servicios en Musicoterapia:

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