El ego y la esencia

Como parte de nuestro autoconocimiento es mandatorio, debemos conocer también nuestra personalidad. El carácter que hemos creado lo tomamos de nuestra infancia o adolescencia mientras vemos y absorbemos todo lo que se encuentra a nuestro alrededor: recuerdos, memorias, implantes, programas, pensamientos, creencias, opiniones, conceptos, percepciones, consideraciones, nociones, juicios, sensaciones, emociones, sentimientos, que las personas que fueron nuestros primeros cuidadores o el entorno en el que vivimos nos inculcaron y transmitieron. Así desarrollamos aquello que se forjó como nuestro carácter basado en lo que experimentamos, no necesariamente todo esto es real, pero fue lo que nos enseñaron y trataremos de hacerlo verdadero mientras no tengamos un «auténtico despertar de consciencia».

Nuestra personalidad aparece por un miedo básico por descubrir, si lo encontramos, el camino será un poco más fácil para saber en qué debemos trabajar para poder mitigar ese miedo; como consecuencia de ese gran temor que por supuesto es inconsciente, desarrollamos un Ego o “Falso Ser” una máscara que nos inventamos para defendernos en el mundo externo, y que le hacemos creer al mundo que así “somos” y también nos lo creemos nosotros mismos, y a esa máscara la preceden ciertas emociones o acciones que normalmente drenan nuestra energía y no nos damos cuenta.

Por ese ego tenemos una gran necesidad de trabajar una o varias virtudes específicas, dependiendo del miedo y del ego que tengamos; cuando descubramos todo esto nos daremos cuenta que incluso no hay que identificarse ni con el miedo, ni con el ego, ni con la virtud, sino que podemos disfrutar de cantidad de virtudes que componen el Ser y que nos transforman en la mejor versión de nosotros mismos; algo así como si fuéramos “nuestros propios conquistadores”. Cada personalidad trae inmersa una gran cantidad de Cualidades y Debilidades que hay que ir descubriendo a cada paso, entre más nos adentremos en las profundidades de nuestro Ser más fácil será comprendernos a nosotros mismos y a los demás. Florecerán todas las áreas de nuestra vida, y podemos con muchísima más facilidad escuchar a nuestra Alma y la voz de nuestro Espíritu, porque es el ego quien con frecuencia no nos permite escucharlos, porque él está diseñado para autodestruirnos y destruir a los demás (o separarnos de ellos), esa es su única función ¡y la hace muy bien! Sin embargo, quienes están listos para trabajar en su interior soltando las exigencias del ego, y así convertirlo en un aliado, se habrá comprendido a sí mismo y a los demás, y sabrá qué es lo que mundo necesita y que has venido a entregarle.

Desde una mirada Espiritual, esa es la esencia, la luz que brilla dentro de sí, y que puede pensar, sentir y experimentar realidades positivas, amorosas, bondadosas con él mismo y con el mundo que habita, porque comprende que está de paso y que la huella positiva que puede dejar tiene un valor incalculable, esencial, espiritual y esto es mayor que cualquier satisfacción que el ego pueda estar demandando con insistencia.

La esencia, es la parte llena de sabiduría que está plenamente dirigida por la voz del Espíritu y que sin duda busca la libertad de cualquier tipo de esclavitud que la voz del ego haya podido hacernos creer que era un tesoro. El ego no es un enemigo, él es nuestro mejor maestro, es como vencernos a nosotros mismos sin caer en juicios ni críticas, por eso es necesario comprender la función del ego, ¿qué pretende?, ¿cuáles son sus fines?, y ¿cómo opera?, porque nosotros somos su objetivo y si lo alimentamos cumplirá con su tarea de autodestruirnos, hay que amistarse con él y sacarle el mayor provecho para crecer en nuestra Esencia.

Por: Anghy Cañas Murillo

Terapeuta Reiki y Coach Espiritual

Si deseas recibir este y todos nuestros artículos semanales en tu correo, ¡te invitamos a suscribirte a nuestro Blog!

Síguenos en Instagram:

@anandi.medicinaymusicoterapia

@semillas_de_sabiduria